De mis ojos saltó tu nombre.
Tú, me mirabas llorando.
La verdad te sorprendió desnuda,
el tiempo, se te escapaba andando.
En tus labios leí tu orgullo.
La rabia a gritos callando.
Ya no soy el príncipe de tus cuentos.
Sólo un alma escapando.
La noche cantó versos negros.
La verdad a piedra sonando.
Hojarasca gris de recuerdos.
Anhelos que van quedando.
Vestido de disfraz de hipocresía,
tú, no sabes lo que estoy cantando.
Sonrío al andén, sereno y amargo.
Sólo yo, sé lo que estoy callando.
Fran Sánchez